Atraves de cada etapa que cada uno de nosotros en su diario vivir experimenta, no hay que olvidar que somos seres con esencias divinas. Que cada uno de nosotros posee un cuerpo y una alma. Y que estamos viviendo una experiencia espiritual en un cuerpo humano. Nuestra divinidad es la que nos conecta con nuestros deceos, anelos, suenos, metas. Es la misma que nos ensena que la tristeza y el dolor también son parte necesarias para desarrollar nuestra esencia divina. Que somos parte de un plan divino. Que no estamos solo por casualidad. Que cada órgano se conecta al momento exacto para que nuestro cuerpo funcione y tenga vida. Que nuestros pensamientos son transmitidos por la mente intelectual colectiva del el universo. Que no es solo despertar, y vivir sin la conexión de nuestra esencia divina la cual nos guía hacia el lugar que nos corresponde. Que somos maestros de nuestra alma para que avance a su lugar que se le ha otorgado. Que recordar el porque de nuestra existencia, nos permite ser seres divinos y ser la esencia mágica que cada uno de nosotros lleva en el interior, y vivir a su máximo potencial en un cuerpo humano el cual tiene cualidades que aun no hemos descubierto.
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Author: abha
http://abrazandoatuenemigo.comuna alma cual su deceo es compartir su verdadera esencia por medio de pensamientos y emociones vividas en el momento. Somos seres capaces de transformarnos siempre y cuando tengamos el deceo.