Al final de una jornada que cada uno de nosotros en nuestras responsabilidades diferentes cumplimos. En el trabajo, la escuela, la familia, los hijos, y todo aquello que hacemos atraves del día al final de todo nuestra mente termina agotada, sin ganas de nada . Y solo decea descansar. En realidad? Me pregunto? Y aunque estemos agotados aun así nuestra mente no descansa, No para por un momento de bombardearnos con pensamientos, con ideas, con preocupaciones. La mente se encarga de que nos sintamos estresados, cansados, melancólicos, molestos, fatigados, y en sus momentos sin deceo de existir.
La mente agotada no permite tener claras las ideas, entorpece el potencial de cada uno de nosotros, conocerla y aprender como trabaja es tomar el control de la manera de como nos conviene usarla. Cada uno de nosotros tenemos maneras diferentes de como manejamos el estrés, la tristeza, el dolor, los sentimientos, y nuestras reacciones a cada impulso en el momento que tenemos que decidir en una situación inesperada. La mente en momentos se bloquea y toma el control, y si somos débiles y no tenemos la capacidad de tener el potencial de ser nosotros que analizamos el momento y accionamos entones estamos bajo su mando. La mente es un regalo divino, y también puede llegar a convertirse en el enemigo silencioso que pueda existir en cada uno de nosotros y destruirnos sin darnos cuenta. Tomar el tiempo de calmar la mente y estar en paz con nosotros mismos, y cuidar de como alimentamos los pensamientos que tenemos que procesar cada vez que nuestra mente se activa, desde el momento que abrimos nuestros ojos al despertar es una tarea la cual si aprendemos. A que no somos nuestros pensamientos, no somos nuestras ideas, no somos esa mente que en momentos sinceramente no la comprendo. Y trato de callarla, de entenderla. Es nuestra mente, tenemos que cuidarla, mantenerla alerta, para que sea nuestra aliada y libres de la psique que puedo hasta llevarnos al fin de nuestros dias. Cuidemos nuestra mente, solo tenemos una.